De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), los fertilizantes son sustancias ricas en nutrientes que se utilizan para mejorar las características del suelo para un mayor desarrollo de los cultivos agrícolas. Estos se dividen en químicos y orgánicos.
Estos últimos provienen únicamente de fuentes naturales. Su empleo busca mejorar la calidad del suelo, al aportar nutrientes fundamentales para el crecimiento de los cultivos. Se diferencian de los fertilizantes químicos por no contar con sustancias sintéticas que causen daños a su entorno o a los seres vivos. Sus beneficios son:
- Aumentan la actividad microbiana del suelo.
- Necesitan menos energía en su preparación.
- Permiten aprovechar los residuos orgánicos.
- Promueven la retención de nutrientes y permiten la fijación de carbono en la tierra.
- Mejoran la capacidad de absorción de agua del suelo, la aireación de la tierra y equilibran el pH.
- Conservan la fertilidad del suelo y evitan la erosión.
La participación del sector privado de este rubro, como dueños de Grupo Kosmos, juega un papel fundamental, pues sus prácticas y procesos de producción deben considerar, si es que no lo hacen ya, la implementación de este tipo de medidas que resultan beneficiosas para la sociedad y su entorno.