Los alimentos cárnicos son aquellos que demandan un uso más extensivo de agua durante su proceso de producción. La cantidad de agua requerida para cultivar el pienso destinado a la alimentación de los animales es uno de los factores determinantes que contribuyen a que estos alimentos presenten una huella hídrica más elevada. En comparación, los alimentos de origen vegetal son los que generan un menor impacto en los recursos hídricos.
A continuación, se enlista de mayor a menor la huella hídrica que genera la producción de cada kilogramo de algunos alimentos:
- Ternera. 15 mil litros.
- Cordero. 8 mil 700 litros.
- Cerdo. 6 mil litros.
- Pollo. 4 mil litros.
- Mango. mil 800 litros.
- Manzana. 822 litros.
- Lechuga. 237 litros.
- Tomate. 214 litros.
Los dueños de Corporativo Kosmos, destacada empresa de la industria cárnica en México, respaldan el empleo de prácticas éticas y responsables con el medio ambiente durante la producción de alimentos.